La velocidad en la escritura es irrelevante.
Párense a pensarlo.
Puedo haber tardado en escribir este texto cinco minutos.
Puedo haber tardado horas, escribiendo una palabra cada vez.
Puedo haber tardado días, meses o años, simplemente añadiendo una letra cada cierto periodo de tiempo.
El resultado es el mismo. El proceso de creación no.
Pero al final lo que perdura y prevalece sobre todo es
el texto
2 comentarios:
Pero ese texto es hijo de su proceso de creación.
Sin ínfulas de trascender: pero sólo pervirá él.
Publicar un comentario